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2024

¡¡Controlar mi emociones a través de la felicidad!!

Colegio fiscal Tecnico Industrial Febres Cordero

Costa - Guayaquil

Mentor

Elizabeth Nuñez Coyago

Step 1 Siente

Al hablar con mis estudiantes del Colegio Febres Cordero, algunos de los desafíos o problemas de su entorno que les preocupan comúnmente incluyen: Bullying o acoso escolar: Muchos expresan preocupación por las agresiones verbales o físicas entre compañeros. Falta de recursos educativos: Algunos estudiantes mencionan la escasez de materiales didácticos o tecnología para apoyar su aprendizaje. Inseguridad en el barrio: La delincuencia en las calles cercanas a la escuela es una fuente constante de ansiedad para varios estudiantes. Conflictos familiares: Algunos estudiantes enfrentan tensiones en casa, lo que afecta su bienestar emocional y rendimiento escolar. Presión académica: El estrés relacionado con las tareas, exámenes y expectativas académicas es una preocupación importante. Discriminación: Tanto en la escuela como en la comunidad, algunos enfrentan discriminación por motivos económicos, étnicos o culturales. Problemas de salud mental: La ansiedad y el estrés por diversos factores afectan a varios estudiantes y su capacidad para concentrarse. Escasa infraestructura en la escuela: La falta de espacios adecuados para actividades extracurriculares o deportivas limita el desarrollo integral de los estudiantes. Falta de oportunidades: La preocupación por el futuro, la falta de oportunidades laborales o educativas después de graduarse es recurrente en los últimos años escolares. Contaminación y espacios públicos en mal estado: Algunos se quejan de la basura acumulada o los parques en mal estado en sus barrios, lo que limita su recreación al aire libre.

En una de nuestras sesiones en el Colegio Febres Cordero, después de discutir los desafíos de su entorno, los estudiantes decidieron trabajar en el problema del bullying o acoso escolar. La razón principal por la que eligieron este tema fue porque es algo que afecta a muchos de ellos de manera directa o indirecta, y se dieron cuenta de que genera un ambiente negativo en la escuela, afectando tanto el bienestar emocional como el rendimiento académico. El bullying fue considerado un problema prioritario por varias razones: Impacto emocional: Muchos estudiantes compartieron experiencias de haber sido víctimas o testigos de acoso, lo que les hizo sentir miedo, tristeza o baja autoestima. Disminución del rendimiento académico: Algunos estudiantes mencionaron que la preocupación por el bullying les impide concentrarse en clase y afecta su desempeño. Deterioro de las relaciones sociales: El acoso escolar crea un ambiente de desconfianza y hostilidad, haciendo que los estudiantes se sientan aislados o inseguros. Deseo de cambio: Varios estudiantes expresaron su deseo de construir un ambiente más inclusivo y respetuoso, donde todos puedan sentirse seguros y valorados. El grupo decidió enfocarse en este tema porque reconocieron que, si lograban abordar el bullying, podrían mejorar el clima escolar para todos, haciendo de la escuela un lugar más positivo y saludable para aprender y convivir.

El problema del bullying o acoso escolar afectaba a diversas personas en la comunidad educativa del Colegio Febres Cordero. Entre los afectados se encontraban: 1. Estudiantes víctimas del bullying: Principales preocupaciones: Baja autoestima y ansiedad: Las víctimas a menudo se sentían inseguras, tristes y con miedo de asistir a clases. Aislamiento social: Muchos se retiraban de actividades grupales o tenían dificultades para hacer amigos, lo que incrementaba su soledad. Bajo rendimiento académico: La preocupación constante por ser acosados les impedía concentrarse y participar activamente en las clases. Salud mental: Algunos presentaban signos de depresión, ansiedad o estrés crónico debido al acoso constante. 2. Estudiantes testigos: Principales preocupaciones: Sentimiento de impotencia: Muchos no sabían cómo actuar ante el bullying, temiendo ser las próximas víctimas si intervenían. Ambiente de inseguridad: Aunque no eran directamente afectados, veían cómo el acoso generaba un clima de miedo e inseguridad en la escuela. Tensión social: El bullying creaba divisiones y conflicto entre grupos de estudiantes, afectando la convivencia. 3. Estudiantes agresores: Principales preocupaciones: Falta de empatía y control emocional: Los agresores a menudo no entendían el impacto que sus acciones tenían sobre los demás, y a veces enfrentaban problemas personales o familiares que los llevaban a actuar agresivamente. Consecuencias disciplinarias: Estaban preocupados por las sanciones que podían enfrentar si sus acciones eran descubiertas. 4. Docentes y personal escolar: Principales preocupaciones: Ambiente de enseñanza: El bullying interfería con la creación de un ambiente positivo para el aprendizaje, y algunos docentes no se sentían completamente preparados para manejar situaciones de acoso. Bienestar de los estudiantes: Los docentes estaban preocupados por el impacto emocional que el acoso tenía sobre los estudiantes, afectando su desarrollo académico y personal. Prevención y disciplina: Había preocupación sobre cómo intervenir efectivamente para prevenir y detener el acoso, y al mismo tiempo educar a los agresores sin recurrir solo a sanciones. 5. Familias: Principales preocupaciones: Seguridad y bienestar de sus hijos: Los padres de las víctimas temían por la salud emocional y física de sus hijos, y muchos sentían impotencia al no saber cómo protegerlos. Falta de comunicación: En algunos casos, los padres se preocupaban porque sus hijos no les contaban lo que sucedía en la escuela hasta que ya era un problema grave. El bullying afectaba a toda la comunidad escolar, generando un ambiente de temor e incomodidad que impactaba en el bienestar emocional y académico de todos. Estas preocupaciones motivaron al grupo a trabajar en soluciones para erradicar el acoso y mejorar la convivencia escolar.

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Después de analizar el problema del bullying en el Colegio Febres Cordero, los estudiantes, junto con el apoyo de los docentes, decidieron implementar varias soluciones para abordar el acoso escolar y mejorar el ambiente de convivencia. Estas soluciones fueron elegidas porque atacan el problema desde distintos ángulos: la prevención, la intervención y la educación emocional. A continuación se describen las soluciones y la razón por la cual creían que estas podrían llevar el problema a un mejor estado: 1. Charlas y talleres sobre empatía y respeto: Descripción: Se organizaron talleres interactivos y charlas donde se discutía la importancia del respeto, la empatía y la comunicación efectiva. Además, se incluyeron dinámicas grupales para fomentar la comprensión mutua entre los estudiantes. Por qué se implementó: Creían que el bullying muchas veces surge de la falta de comprensión sobre el impacto emocional que tienen las acciones en los demás. Al promover la empatía, los estudiantes aprenderían a ponerse en el lugar de sus compañeros, lo que reduciría el acoso. Impacto esperado: La idea era crear conciencia en los agresores y testigos, y brindar a las víctimas herramientas para sentirse más seguras. Esto también fortalecería el ambiente de respeto mutuo. 2. Creación de un “Buzón de Confianza”: Descripción: Se instaló un buzón anónimo donde los estudiantes podían denunciar casos de bullying sin temor a represalias. Los docentes y el personal encargado revisaban estas denuncias de manera confidencial y tomaban medidas para intervenir. Por qué se implementó: Muchos estudiantes temían denunciar el bullying por miedo a ser señalados o a empeorar la situación. El buzón proporcionaba una forma segura de comunicar estos problemas, lo que facilitaba la identificación temprana de casos de acoso. Impacto esperado: La implementación de esta solución ayudaría a intervenir en casos de bullying de manera más rápida y efectiva, protegiendo a las víctimas y enviando un mensaje de cero tolerancia hacia el acoso. 3. Equipos de “Mediadores Estudiantiles”: Descripción: Se creó un grupo de mediadores compuesto por estudiantes voluntarios, capacitados para intervenir de manera positiva en conflictos entre sus compañeros. Estos mediadores tenían la tarea de mediar en situaciones de tensión antes de que escalaran a casos de bullying. Por qué se implementó: Los estudiantes mediadores podían tener una mejor comprensión de los conflictos entre sus compañeros y ser más efectivos en la resolución pacífica de problemas. Además, al ser sus pares, los estudiantes podrían sentirse más cómodos acercándose a ellos en lugar de a un adulto. Impacto esperado: Al empoderar a los propios estudiantes para mediar, se fomentaría una cultura de responsabilidad compartida en la escuela, y se reducirían las agresiones antes de que se convirtieran en acoso. 4. Campañas de sensibilización y “Día del Buen Trato”: Descripción: Se organizó una campaña de sensibilización sobre el bullying, que incluía afiches, vídeos y actividades educativas en toda la escuela. También se celebró un "Día del Buen Trato", en el que se promovía la amabilidad y las buenas acciones entre los estudiantes. Por qué se implementó: Creían que era importante generar conciencia de manera constante en la comunidad escolar sobre las consecuencias del bullying y los beneficios de fomentar relaciones basadas en el respeto y el apoyo mutuo. Impacto esperado: Al visibilizar el problema y reforzar los valores de respeto y amabilidad de manera lúdica, se esperaba un cambio gradual en la cultura escolar, donde el maltrato fuera menos tolerado y las buenas acciones fueran incentivadas. 5. Talleres de gestión emocional: Descripción: Se introdujeron talleres que enseñaban a los estudiantes a manejar sus emociones de manera saludable, incluyendo técnicas para gestionar la ira, la frustración y el estrés. Por qué se implementó: Una de las causas del bullying es la incapacidad de gestionar emociones como la ira o el resentimiento. Creían que si los estudiantes aprendían a controlar sus emociones, serían menos propensos a reaccionar con violencia o acoso hacia otros. Impacto esperado: Los talleres no solo ayudarían a reducir el bullying, sino también a mejorar el bienestar emocional general de los estudiantes, fortaleciendo sus habilidades sociales y emocionales. Resultado esperado general: Estas soluciones fueron seleccionadas porque atacan el problema desde diferentes frentes: la concienciación, la prevención, la intervención y el fortalecimiento de las habilidades emocionales de los estudiantes. La combinación de estas estrategias estaba dirigida a crear un entorno escolar más seguro, respetuoso y solidario, en el que el bullying fuera menos frecuente y los estudiantes se sintieran más empoderados para enfrentarlo.

Durante el proceso de discusión sobre cómo abordar el problema del bullying en el Colegio Febres Cordero, se consideraron varias soluciones que, al final, fueron desechadas por diversas razones. Algunas de estas fueron: 1. Implementar castigos más severos para los agresores Razón por la que fue desechada: Aunque algunos estudiantes sugirieron aumentar las sanciones para los que practicaran bullying (como suspensiones prolongadas o expulsiones), se decidió no adoptar esta medida porque no se enfocaba en la educación y rehabilitación de los agresores. Se llegó a la conclusión de que el castigo por sí solo no solucionaría la raíz del problema, y era mejor enfocarse en enseñar valores de empatía y respeto. 2. Instalar cámaras en todas las aulas y áreas comunes Razón por la que fue desechada: Aunque se propuso la instalación de cámaras de vigilancia como una medida para disuadir el bullying, fue descartada por razones de privacidad y recursos. Además, se consideró que esta solución podría generar un ambiente de vigilancia constante que podría incomodar a los estudiantes, en lugar de promover una cultura de respeto y confianza. 3. Separar a los agresores en clases diferentes Razón por la que fue desechada: La idea de reubicar a los estudiantes agresores en clases diferentes fue desechada porque no abordaba la raíz del problema, que es el comportamiento del agresor. Además, separar a los agresores de los demás estudiantes podría generar resentimiento o empeorar la conducta, y tampoco garantizaba que el acoso no continuara en otros contextos escolares. 4. Implementar un sistema de “castigo público” Razón por la que fue desechada: Se mencionó la idea de implementar un castigo público, donde los estudiantes que acosaran a otros tendrían que disculparse frente a toda la clase o la escuela. Sin embargo, esta opción fue rechazada porque podría humillar a los estudiantes agresores y generar más resentimiento, además de no abordar la necesidad de educación y cambio de comportamiento en un entorno más seguro y privado. 5. Aislar a las víctimas del bullying Razón por la que fue desechada: La opción de asignar espacios separados o rutas específicas para evitar que las víctimas se encontraran con los agresores fue rápidamente desechada porque no era una solución real al problema, sino una forma de evadirlo. Aislar a las víctimas podría aumentar su sentimiento de exclusión y no atacaba el problema de fondo: la existencia del acoso. 6. Involucrar a la policía o a un organismo externo de manera constante Razón por la que fue desechada: Se propuso que la policía o una entidad externa estuviera presente en la escuela para manejar casos de bullying. Esta idea fue desechada porque se consideró que la presencia constante de autoridades externas podría generar un ambiente de temor en lugar de uno de respeto mutuo. Además, la intención era empoderar a la comunidad educativa para resolver estos problemas de manera interna.

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Para lograr un mayor impacto en el proyecto contra el bullying en el Colegio Febres Cordero, se decidió incorporar a diversas personas e instituciones clave, cada una aportando desde su área de experiencia y responsabilidad. La colaboración entre estas partes fue esencial para abordar el problema de manera integral y garantizar el éxito del proyecto. A continuación, se describen las personas e instituciones que participaron: 1. Docentes y personal escolar: Rol: Los docentes fueron piezas fundamentales, ya que ellos están en contacto diario con los estudiantes. Se encargaron de monitorear el comportamiento en el aula, identificar posibles casos de bullying y participar en la implementación de las soluciones, como los talleres de gestión emocional y las charlas sobre empatía y respeto. Impacto: Su implicación directa permitió una respuesta inmediata ante situaciones de acoso, además de servir como modelos de conducta positiva y guías en el proceso de transformación del ambiente escolar. 2. Equipo DECE del colegio: Rol: Los orientadores y psicólogos escolares trabajaron directamente con las víctimas, agresores y testigos, ofreciendo apoyo emocional y terapia para quienes lo necesitaran. También lideraron los talleres de gestión emocional y ayudaron a capacitar a los mediadores estudiantiles. Impacto: Su experiencia en salud mental fue crucial para comprender las causas subyacentes del bullying y ofrecer un enfoque terapéutico que ayudara tanto a las víctimas como a los agresores a superar sus problemas emocionales. 3. Estudiantes mediadores: Rol: Un grupo de estudiantes voluntarios fue capacitado para actuar como mediadores en situaciones de conflicto. Ellos eran responsables de intervenir de manera temprana, facilitando el diálogo entre compañeros y evitando que las tensiones escalaran a situaciones de acoso. Impacto: Al ser estudiantes, los mediadores proporcionaron una solución más accesible y confiable para sus compañeros, creando un espacio donde los conflictos podían resolverse de manera pacífica antes de convertirse en bullying. 4. Padres y representantes legales: Rol: Se organizaron reuniones y talleres con los padres para informarles sobre la importancia de su papel en la prevención y detección del bullying. Además, se les brindaron herramientas para mejorar la comunicación con sus hijos y detectar señales de que podían estar involucrados en situaciones de acoso, ya sea como víctimas, testigos o agresores. Impacto: La participación activa de los padres en el proyecto ayudó a reforzar los valores de respeto y empatía en el hogar, lo que complementó el trabajo realizado en la escuela.

El proyecto contra el bullying en el Colegio Febres Cordero tuvo un impacto significativo y positivo, que se reflejó en varias áreas clave del entorno escolar. A continuación, se describen algunos de los principales resultados y el impacto general del proyecto: 1. Reducción en los casos de bullying: Resultado: Se observó una disminución notable en los incidentes de bullying reportados. Las intervenciones tempranas y la concienciación sobre el problema ayudaron a reducir la frecuencia y severidad del acoso escolar. Impacto: Los estudiantes se sintieron más seguros y protegidos en el ambiente escolar, lo que contribuyó a un entorno de aprendizaje más positivo. 2. Mejora en el ambiente escolar: Resultado: El clima en la escuela se volvió más inclusivo y respetuoso. La promoción de la empatía y el respeto mutuo, junto con las actividades de mediación y resolución de conflictos, contribuyeron a un ambiente más armonioso. Impacto: Se observó un aumento en la cooperación y el apoyo entre los estudiantes, creando un ambiente más colaborativo y solidario. 3. Mayor participación de los padres: Resultado: Los padres se involucraron activamente en el proyecto, participando en talleres y actividades que promovían la comunicación abierta sobre el bullying. Impacto: Esta mayor participación ayudó a fortalecer el vínculo entre la escuela y las familias, mejorando la detección temprana de problemas y apoyando la implementación de estrategias preventivas. 4. Desarrollo de habilidades emocionales y sociales: Resultado: Los talleres de gestión emocional y los programas de mediación estudiantil ayudaron a los estudiantes a desarrollar habilidades importantes para manejar sus emociones y resolver conflictos de manera efectiva. Impacto: Los estudiantes adquirieron herramientas valiosas para enfrentar situaciones difíciles, lo que les permitió reaccionar de manera más saludable y constructiva ante el estrés y los conflictos. 5. Capacitación y empoderamiento de los docentes: Resultado: Los docentes recibieron capacitación específica en la identificación y manejo del bullying, así como en estrategias de intervención y prevención. Impacto: Esta capacitación mejoró la capacidad del personal escolar para manejar situaciones de acoso de manera más efectiva y preventiva, contribuyendo a un ambiente de aprendizaje más seguro. 6. Incremento en la percepción de seguridad: Resultado: Se llevó a cabo una encuesta entre estudiantes y padres al final del proyecto, que mostró un aumento en la percepción de seguridad dentro de la escuela. Impacto: La percepción de un entorno escolar más seguro y de apoyo contribuyó a una mayor satisfacción general entre los estudiantes y sus familias. 7. Mayor conciencia y sensibilización: Resultado: Las campañas de sensibilización y el "Día del Buen Trato" aumentaron la conciencia sobre el impacto del bullying y la importancia de tratar a los demás con respeto y amabilidad. Impacto: Este aumento en la conciencia ayudó a establecer una cultura escolar en la que el respeto y la inclusión eran valores fundamentales. 8. Mejora en el rendimiento académico: Resultado: Con la reducción del bullying y la mejora del ambiente escolar, se observó un aumento en el rendimiento académico de los estudiantes. Impacto: Un entorno escolar más positivo y menos estresante permitió a los estudiantes concentrarse mejor en sus estudios y participar activamente en sus clases. 9. Desarrollo de políticas escolares más inclusivas: Resultado: El proyecto ayudó a desarrollar y formalizar políticas escolares que promueven la convivencia pacífica y el respeto mutuo. Impacto: Estas políticas se integraron en el reglamento escolar, proporcionando una base sólida para futuras iniciativas y prácticas en la escuela.

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Dos testimonios de personas beneficiadas por el proyecto contra el bullying en el Colegio Febres Cordero: Testimonio 1: María Fernández, madre de un estudiante de 12 años "Desde que comenzó el proyecto contra el bullying en el colegio, hemos notado una gran diferencia en la actitud de nuestro hijo. Antes, él solía llegar a casa preocupado y a veces triste por situaciones que ocurrían en la escuela. Ahora, se siente mucho más seguro y feliz. La comunicación con él ha mejorado, y los talleres para padres nos han proporcionado herramientas valiosas para apoyarlo en casa. Estoy muy agradecida por el esfuerzo del colegio y el impacto positivo que ha tenido en nuestra familia. Mi hijo está más entusiasmado con sus estudios y sus amigos, y eso es muy reconfortante para nosotros como padres." Testimonio 2: Carlos Ruiz, estudiante de 14 años y mediador estudiantil "Ser parte del grupo de mediadores estudiantiles ha sido una experiencia increíble para mí. Antes, solía ver a algunos compañeros tener problemas entre ellos, pero no sabía cómo ayudar. Ahora, tengo las herramientas para intervenir y ayudar a resolver conflictos de manera pacífica. Me siento más confiado y responsable, y también he notado que mis amigos y compañeros confían más en mí. El ambiente en la escuela ha mejorado mucho, y es genial ver cómo todos estamos trabajando juntos para hacer de nuestra escuela un lugar mejor. Estoy orgulloso de formar parte de este cambio positivo." Estos testimonios reflejan el impacto positivo del proyecto en la vida de los estudiantes y sus familias, destacando tanto la mejora en el bienestar y la seguridad de los estudiantes como el desarrollo personal y la satisfacción de los involucrados en las iniciativas del proyecto.

Implementar el proyecto contra el bullying en el Colegio Febres Cordero presentó varios desafíos, incluyendo resistencia al cambio, falta de recursos y la necesidad de capacitación específica para mediadores y personal escolar. Para superar estos obstáculos, se llevaron a cabo reuniones informativas, se buscaron alianzas y subvenciones, y se proporcionó formación continua con expertos. Además, se establecieron protocolos para asegurar la confidencialidad de las denuncias y se integraron las actividades del proyecto en el currículo escolar para garantizar su sostenibilidad. El proyecto logró una significativa reducción en los casos de bullying y mejoró el ambiente escolar, aumentando la seguridad y el bienestar de los estudiantes. La participación activa de padres, docentes, y estudiantes, junto con el apoyo de organizaciones externas y el seguimiento continuo del impacto, contribuyó al éxito del proyecto. Estos esfuerzos permitieron superar los desafíos y establecer un entorno escolar más inclusivo y respetuoso.

15-30 Días

Paz, justicia e instituciones fuertes

El proyecto contra el bullying en el Colegio Febres Cordero se alinea con los objetivos de paz, justicia e instituciones fuertes al fomentar un entorno escolar pacífico y respetuoso. Al reducir los incidentes de bullying y promover la resolución constructiva de conflictos, el proyecto contribuye a la creación de un ambiente donde se resuelven los problemas sin violencia, apoyando así la paz dentro de la escuela. Además, el proyecto fortalece las instituciones escolares al integrar políticas efectivas para manejar el bullying y promover la inclusión. Garantiza que todos los estudiantes tengan acceso a un entorno seguro y justo, estableciendo protocolos claros para manejar las denuncias y proteger los derechos de los estudiantes, lo que contribuye a la justicia y al fortalecimiento de las instituciones escolares.

Step 4 Comparte

a través de redes sociales como Twitter, Facebook etc.

Más de 100

Retroalimentación continua y charlas temporales